miércoles, 28 de abril de 2010

Los cuatro orgasmos de la Luna


Los molinos machacando pigmentos

Bordados en inciensos mestizos

Esperan encender sus llamas nebulosas.


Las melodías pintan de sangre la esencia de sus octavas

Afinando cada cuerda en el cielo

Y cada tambor en el impaciente viento.


Vistiéndose de oníricos abrazos oceánicos

La mar gime de placer a la pronta llegada

Y el alzar de sus brazos pringosos.


Bebiendo el dharma de nubes ahogadas

La tierra húmeda y temblorosa

Se unía a la palpitante llegada de su madre.


Se gestaba

Cual sacra espera

A la muerte de un santo hipócrita

Para culminar en tres mitómanos días a su renacer.


Nace en días sabáticos.


O en noches de miel y nueces.


A veces en ocasos noctámbulos.


Sus ojos

Tan tenues

Como el alba de invierno

O el reposo de un cadáver recién perdonado

Ilumina cada gota de pasión desbordada

En toda la cabalidad de la existencia.


Crece como amapola desierta

En un lago sediento del aroma de la sal.


El sol

Excitado en su reflejo

Veía su realización

Su éxtasis en la llena

Y el amor de su completa desnudes

En su vestido de luz resuelta.


En ese momento

La luna estallaba en aquelarres cósmicos

Gritos almendrados de dulzura

Sus ojos desorbitaban a las lejanas estrellas

Moría y nacía en ese momento

En orgasmos eternos hacía la totalidad del universo.


domingo, 4 de abril de 2010

Deshidratados




De un salto llegue a una copa en llamas
La ultima hoja de adicción cayo como cristal roto
Antes de llegar a tu pelaje
Dome a un caracol hambriento de hojas en puntas
Imagine labios en forma de senos y oí opera resfriada
Hasta bajar de las nubes.

Eran nebulosas
Como tu conciencia muerta
Mas me complacían en mi esencia caprichosa
Quemaban como cenizas oníricas
Soñaba el día que abrazaba mis llagas
Heridas frenéticas de pasión reprimida
Que explotarían al verte mirando el más allá de mis encantos.

Tenía las yemas en pijamas y las uñas en ruinas
La adrenalina en mis entrañas y una hierba de la más fina
Un garzón sin amargura y los ojos como la sangre
Mi cara de caricatura y mi aliento intoxicable.

Caía como la rapiña de enero
O la lluvia de pétalos en su tumba
Rezando al sol menguante
Como una mascota arrogante.

Egos que plantaban sus raíces en el muladhara
Enceguecían cientos de intelectos
Vidas abandonadas al tropezar con aguas zafias
Y el humo que sazonaba mi mollera descoronada.

Hice dos maletas para un solo viaje
Tenía razón: el atardecer es mi amanecer.

La magia equivoca marchito una rosa de plástico
Señorita de libertad en la melancólica prohibición
Idiota, idiota, idiota.

Y la melodía cursi, romántica, atrofio el cerebro entre tus piernas.

El diario de muerte escrito a medias.

El casi perfume insoportable.

Tu ropa interior del color de la bandera.

No vengas ni a tu funeral extraña
El pánico ya se apodero de las drogas
Y cada vez estoy más verde.

En los hechizos de perdidas memorias
Devoran las entrañas de la tierra
Justo donde estabas
Ese lugar
Espacioso, casi eterno
Un cosmos de aperturas inherentes
De el fluido rojizo
Vomitabas la propia existencia en mi ojo
El tercero de los cuantos humillados.


Escrito por Sebastían Celedon y Eduardo R.Arias

lunes, 23 de noviembre de 2009

La superstición del intelecto de un muerto. . .



Como si fuera el pastel de un morbido artista

Mordiendo la miel de un cadaver

Recién enterrado en una tumba ajena

La cual recibe el agua

Que viene del más allá

Sofocándome

Sin saber que pensar

Ni que soñar.



Un pensar vacío

Sin orientación

Sin control en el aspirar de mis sentidos oníricos

Anhelos sin morder

Sin dar muerte al reloj ilusorio

Sin lamer la incestuosa pared del espacio inexcistente.

Escrito por los poetas Eduardo Lombardo, Juan Clapton Retamal, Pablo Zefaradita y Eduardo R.Arias En una noche bohemía y demente, donde la sangre corria sazonada por el aire de la noche sabática.

martes, 29 de septiembre de 2009

Magia sabática, encuentro con la sangre




Aun coexistían

Llamas de verbos pringosos

Abrazados con mascaras ególatras.



Duermo en nubes sigilosas

Angustiosas en karmas y dharmas

Herencias impregnadas en la calma

Posesión de sangre en sus alas.



Muerte en noche sabática

Cuando la luna aclama sus verdades

Y cantos en sus brujerías.



Cogí vino de oscuras siluetas

Y el sabor de la sangre ancestral.


Tomé imágenes patriarcales

Humillándoles en su horror

Y posesión en mi adversidad.



Carnes temblorosas

Agonizaban a toda subsistencia

Palpitantes absorbiendo su espíritu.



Sacras hogueras

Quemando a mi padres.


Sobre el vino caían sus cenizas

Al beber de su genealogía réproba

Inhalando sus caducas raíces.



Hidratándose de semillas difuntas

Su interior renacía en el vientre universal

Acogido por la madre cósmica

Despegaba al infinito océano real

Cayendo en un campo de posibilidades impensables.



Soy el Yo

La existencia

Y mi mascota el ego.


Soy Yo

Quien camina ahora

Sin tropiezo ajeno.


Ahora soy Yo

El dios

Tomando decisiones propias.


Aquí estoy

En el continuo imposible

Donde no hay más herencias familiares

Ni más sangre por beber.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Virtud cegadora



¡Mírate!

El cielo no es tan vano como pensabas.


Las nubes retocadas te miraban

Mientras maldecías cuando caminabas

Bajo aquellas que te amaban y bañaban.


¡Escupe!

Mata las zafias esperanzas que te rodeaban.

Cólera en tu esencia

Envidia mientras te miraban

Ojos en pútrida existencia.


Paloma

Vuela del pensar ajeno.


Ingenua

Vístete de caricias.


Sabia

Busca a Alejandra.


¡Corre!

Rumbos y silencio.

Realiza la virtud de tus pétalos

Marchita esencia.


¡Quema el por venir!

Recuerda que lloverán joyas.

Han de abrazarte futuros amores

Frutos de la conciencia.


Inconcientes ensalzados por tu sacra existencia.



Escrito para Alejandra Gonzalez.

En la mañana del día sábado 19 de septiembre del año2009.

Mientras me cantaban algunas aves en mi embriagada locura.

lunes, 17 de agosto de 2009

El Loco

I


Deseché la calma de los Lares


Un maniático que creía que ayudar

Era desechar lo tuyo por nadie.

Concienciando creyó que moriría aprendiendo de la vida.


Miro tu vacío

Quiero llenarlo

Aunque tú no quieras

De toda mi esencia.


II


Cuando vaciaba mis tuétanos


Dejando atrás no más que migajas

De sí mismo

Las quemo el viernes a la media noche

Para agregarlas al vino que bebería como su sangre.


¿Donde quedo la enseñanza?

He perdido mi esencia

El aroma de mis huesos

Y el dolor de mi herencia.


III


En la congoja de mi brega existencial


El demente estaba muerto en su ego

Exhausto de tanto caminar

Y rodar por el mismo camino

Sin cambiar de rumbo.


Estoy drogado en mi falta

Borracho en mi conciencia

Un insomne al razonar

Enamorado a la luz de la luna.


IV


Mientras me despedía lejanamente de mí mismo


Sin reflejo alguno

No era más que una auto imagen

Sin real existencia, agonizaba en su demencia existencial.


He legado todo

Vaciando mi perfume

El aroma de mi sangre

La cloaca heredada de mi genealogía

Bebiendo de ese vino

Deseché la calma de los Lares

Cuando vaciaba mis tuétanos

En la congoja de mi brega existencial

Mientras me despedía lejanamente de mí mismo.