viernes, 26 de enero de 2007

Algún tiempo la verdad engañó a la vida por una satisfacción


Me molesta la luz en los ojos

y la dilatación del saber con esta

basta centrarse y cerrarse en si mismo para así disfrutar la soledad

y el pensamiento favorecido por la exiliación muestra lo que podría ser cierto

pero que como vivos somos, ciegos a ello estamos.

 

Estímulo excitado es el sabor que provoca la soledad

y el abrir de ojos con ella.


Porque nos engañamos creando y creyendo

segándonos de pies a mollera.


El placer amigo del engaño nos hace caer y esta fraternidad nos mantiene en pie.

Simple sería el dejarse llevar

y apercibirse de lo que nos toca los hombros 

porque entre contradicción y malevolencia convivimos

hasta el punto de unirnos al encajar en este rompecabezas.

Escudriñamos hasta el cansancio

caminamos y no nos reflejamos. 

Escasísimas satisfacciones por un campo de tréboles del destino

y solo nos queda esperar, porque el pasar nos de lo suyo