
Te acaricio
Distraigo tus duelos
Cuando soplo en tu cara
Mientras frunces el seño.
La niña no se movía simplemente
Discutía en su danza con el viento
Mientras las yemas de un sol lamían sus pestañas.
Bailo contigo
Y tomaré tus manos
Cual rocío lento de domingo
Esculpiendo versos en el aire diciendo que te amo.
La niña no podía ver las yemas del sol
Era insensible al las caricias de rocío dominguero
No escuchaba sus pasos ni el viento en sus versos
Mientras danzaba camino al perdido sendero.
Grito en tu oído
Apuñalo tu conciencia
Y la ignorancia que no esta en tu olvido
De aquellas perlas que cargas sin paciencia.
No has cogido tus caudales
Te has mostrado en la danza de la subsistencia
Solo al cese de tus ciegos pasos en estos andares
He de revelarte el perfume de tu existencia.
Para Mariana Olave
Escrito en la noche- mañana día martes 11 de noviembre del año 2008
Mientras trataba de enseñarle a una niña quién habitaba allá dentro.
Por Eduardo R. Arias.
1 comentario:
¡Oh! ¡por qué hiciste eso!
no sé qué decir ... es necesario que nos juntemos a releerlo.
De todas formas, como siempre, está buenísimo, muy hermoso. Gracias, te quiero pelao.
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